Margarito Escudero Luis
Que un comando armado llegue hasta las puertas de una escuela, justo en el momento en que los niños están entrando a clases, y se lleven violentamente a una madre de familia, sin duda es un hecho que provoca terror entre los presentes, entre los niños como ocurrió la mañana del miércoles 17 de enero en un exclusivo colegio de Coatzacoalcos.
Igual hicieron en otra escuela de la misma ciudad, hasta donde llegaron los terroristas y se metieron al patio de la escuela cuando apenas iniciaban las actividades escolares, y secuestraron a una profesora.
18 ene 2018
16 ene 2018
En esta tierra caliente
Margarito Escudero Luis
Los chismes que brotan del proceso electoral, están a la
orden del día, la idea es golpear, causar el mayor daño posible y el uso de los
rumores y las mentiras son la mejor herramienta a la mano.
Es posible que en medio de esa desinformación se filtren
verdades que nadie crea o pasen desapercibidas.
El manejo que el gobernador hace en el caso de la violencia
que campea en las calles de la entidad, en lugar de abonar a su causa, le
provoca más problemas que beneficios.
Minimizar a seres humanos muertos violentamente, con el
argumento de que no eran “gente de bien”, en un esfuerzo por justificar la
falta de capacidad oficial para detener ese flagelo, puede resultar
contraproducente, ya que pudiera tomarse en mensaje de que, todos los muertos a
manos de sicarios, fueron delincuentes.
Lo que en este caso olvida el mandatario, es que hay
víctimas que nada tienen que ver con la delincuencia, que estaban en el lugar
equivocado al momento del ataque, como el caso de la jovencita que su hermano
quiso defenderla de sus violadores y fue asesinado frente a su familiar.
También puede darse el caso de que los familiares de ese
joven asesinado, decidan eliminar por mano propia a los asesinos, total “no son
gente de bien”.
El hecho de que los ejecutados encontrados en sábado en El
Tejar de la capital del estado, hayan sido miembros de una banda delictiva, no
les resta obligación a las autoridades para dar con los asesinos y hacerlos
pagar por esos crímenes.
Porque resulta muy fácil asegurar que ya investigaron, que
descubrieron que eran bandoleros y ya. La ley obliga a la autoridad a
encarcelar a los asesinos.
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