Margarito Escudero Luis
¿Cómo nos imaginamos el cambio?, es probable que cada
individuo tenga una idea muy personal de cómo debe cambiar la situación que priva
en México y, seguramente en esa idea, se esperan beneficios personales y
ninguna cuestión en contra.
Porque hemos visto que las personas prefieren que los
cambios se hagan en otros entornos, en otros ámbitos y no en los propios, donde
las transformaciones pudieran provocar conflictos y dolores.
Es importante que nos pongamos a reflexionar sobre cómo estamos esperando el cambio que viene.
“Hágase la voluntad de Dios, pero en los bueyes de mi
compadre”, reza el dicho popular. Y así es como se comporta la gran mayoría que
no hace conciencia sobre la importancia de un cambio global que transforme la
realidad colectiva en beneficio de todos.
Pongamos algunos ejemplos: cuando uno quiere cambiar la
apariencia personal, se debe invertir una significativa cantidad de recursos,
corte de pelo, ropa y zapatos nuevos, perfumes… en fin.
Todo eso requiere de un esfuerzo y de un gasto.
De igual forma, las personas que desean fervientemente bajar
de peso, deben someterse a un esfuerzo mayor, mantener una dieta rigurosa,
hacer rutinas de ejercicios físicos extenuantes, privarse de algunos gustos y,
si mantiene ese régimen, seguramente verá resultados favorables en un
determinado tiempo.
Por eso es importante que nos pongamos a reflexionar sobre
cómo estamos esperando el cambio que viene. Si alguien supone que se acabará la
corrupción sin la participación de todos, está equivocado, si usted cree que un cambio revolucionario no
le sacudirá en toda su existencia, está totalmente equivocado.
México debe parir una nueva Patria y a todos nos va a doler.
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