Margarito Escudero Luis
Las universidades de México también son vulnerables al
ataque de la delincuencia organizada y al abuso del poder, a la burla de
funcionarios y a la pusilanimidad de los propios directivos.
La Universidad Veracruzana, que ha pasado por tormentosos
episodios a lo largo de su historia, que mucho tiempo hubo de soportar antes de
que fuera declarada autónoma, ahora resulta que olvidan defender esa autonomía,
que tiene que ver, desde la libertad de cátedra, hasta la manifestación libre
de las ideas, sobre todo cuando el entorno social se violenta ante la falta de
acción gubernamental para mantener la paz.
Se puede definir la autonomía como la independencia política
y administrativa de una universidad pública respecto de factores externos. El
principio de autonomía universitaria sostiene que la universidad debe ser
autónoma y auto-gobernada, y que debe elegir sus propias autoridades sin
injerencia del poder político, decidiendo sus propios estatutos y programas de
estudio.
Aunque eso en México es una utopía, hoy más que nunca puede
observarse como el gobierno mete las manos en la Universidad Veracruzana, alma
mater de muchos de los actuales funcionarios.
Lo peor es que la misma rectoría no hace lo necesario para
protestar contra esa injerencia, ni siquiera exigir una disculpa pública, ni
salir a defender a sus investigadores.
Triste la situación de la llamada máxima Casa de Estudios de
Veracruz.
Lo anterior viene al caso luego de que agente de la Fiscalía
del Estado ingresaron a la UV para entregar un citatorio a la investigadora
Rosío Córdova Plaza, quien en ese momento exponía que habían ocurrido
desapariciones forzadas de estudiantes universitarios.
A través de un comunicado la rectora no avaló el trabajo de investigación y prácticamente llamó irresponsables a los integrantes del equipo de la doctora Córdova.
Se trata del proyecto denominado “La Universidad Veracruzana
como constructora de paz: Alternativas a la violencia en Veracruz”, en la que participaron
Mayra Ledesma, Zulma Amador bajo la coordinación de Rosío Córdova Plaza, la
Fiscalía General de Veracruz emitió un citatorio.
La autonomía universitaria está fundada en la necesidad de
evitar que los vaivenes del poder político se traduzcan en cambios arbitrarios
de la vida y las autoridades universitarias. Pero eso no le importó al fiscal y
a las autoridades judiciales para invadir la autonomía de la Universidad
Veracruzana, al contrario, el mismo fiscal, Jorge Winckler se burló de los
investigadores, alegando que a él le gustaría ser investigador de la UV y que
no simularía.
La Doctora Rosío Córdova ofreció una conferencia de prensa
para explicar en qué consiste su trabajo y para lamentar que la rectora Sara
Ladrón de Guevara no haya salido a protestar por la invasión de la autonomía y
defender a su personal.
Al contrario, a través de un comunicado la rectora no avaló
el trabajo de investigación y prácticamente llamó irresponsables a los integrantes del equipo de la doctora Córdova.
Y, en esos vaivenes del poder político se inserta la rectora
Sara Ladrón de Guevara, si se toma en cuenta que la Doctora Rosío Córdova es
pareja sentimental del alcalde de Xalapa, Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, también investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Antropológicos y Sociales.
Es necesario recalcar que la rectora no solamente no avaló la investigación de los doctores, sino que permitió la invasión a la autonomía de la universidad que representa.
Es necesario recalcar que la rectora no solamente no avaló la investigación de los doctores, sino que permitió la invasión a la autonomía de la universidad que representa.
Los intereses políticos por encima de la responsabilidad
profesional.
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