15 jul 2009

Pierde el PAN y aumenta la violencia

Margarito Escudero Luis

La pasada jornada electoral sigue dando de qué hablar, pues las impugnaciones, descalificaciones y trapos sucios siguen saliendo a flote.

Sospechas y señalamientos que pueden o no ser ciertos, están a la orden del día. Los candidatos perdedores intentan a toda costa, justificar su fracaso.

Analistas, columnistas, comentaristas y otros observadores de las pasadas elecciones, tienen mucha tela de donde cortar y eso permite dar claridad a este proceso que estuvo muy cuestionado desde su origen.

Las mismas campañas, que son las que tienen que ver directamente con los electores, son motivo de observaciones minuciosas, pues se vislumbra una serie de cambios a la ley electoral.

Ya es tiempo de que los diputados, senadores y los políticos en general pongan atención a los reclamos de la sociedad, a las peticiones y necesidades de la gente que vota, pues ha quedado muy claro que la última palabra la tiene el que vota y no los políticos. Ojalá que esa lección haya quedado muy clara para quienes aspiran a gobernar parte de este país.

Pero resulta desagradable observar que las promesas de campaña ahí quedarán, para el olvido o, en el mejor de los casos, para ser usadas en otras campañas.

El partido oficial utilizó hasta el cansancio la guerra del gobierno contra el narco para intentar ganar votos. Votos que finalmente la ciudadanía les negó.

Pero uno se pone a pensar: En caso de haber ganado la mayoría en el Congreso, el presidente Calderón tendría manga ancha para continuar la guerra contra la delincuencia, pero en el caso contrario, como sucedió, esa guerra ¿se perderá a propósito?

Porque luego de las elecciones se intensificaron los ataques del narco, específicamente en Michoacán y en menor escala en otros estados, incluyendo el nuestro.

Así como el PAN perdió las elecciones, se puede suponer que el ofrecimiento de campaña ya no se dará, a pesar de que ese partido sigue en el poder.

Lo mismo sucede con el resto de los partidos perdedores, pues había muy buenas propuestas, que deberían ser tomadas en cuenta por los ganadores, pues no es posible que un proyecto encaminado a beneficiar a un buen número de mexicanos se deje de lado sólo porque no se le ocurrió al candidato triunfador.

Esos detalles deben ser observados por los diputados y subirlos a la tribuna como parte de las propuestas viables para todos los mexicanos y así aprovechar la creatividad de algunos ciudadanos que se preocupan por sus conciudadanos.

Esto generaría un interesante debate, pugnas por derecho de autoría y participaciones que, sin lugar a dudas enriquecerían cada propuesta.

Eso sí sería pluralidad pues participarían todas las corrientes políticas que existen en la sociedad y ayudaría a disminuir al autoritarismo y la prepotencia a la que pueden llegar quienes detentan el poder.

Los mexicanos dieron una lección a los políticos. A pesar de los resultados, pudo comprobarse que el voto bien utilizado puede ser una gran arma para la ciudadanía, sólo faltaría que cada ciudadano se comprometa a estudiar, observar y participar más abiertamente en las cuestiones que atañen a la Nación, en todos su temas, como seguridad, educación, transporte, pues sin duda, el movimiento social es lo que hace grande a una nación y no las decisiones unilaterales o cupulares.

El secreto está en la educación, no sólo escolar. Sino que los mismos partidos deben ser educadores políticos de la sociedad, con una gama de opciones donde cada ciudadano podrá elegir cuál es la que mejor le conviene.

Ojalá que no desaprovechemos esta lección histórica y todos aprendamos de nuestras propias acciones.

Comentarios: melmex@coatzadiario.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario