21 nov 2009

México, país de contrastes lamentables

Revelaciones
Margarito Escudero Luis

Recién pasó el 99 aniversario del inicio de la gesta revolucionaria, el primer movimiento social de gran envergadura del siglo XX en el mundo.

Cada vez está más lejos el tiempo cuando miles de mexicanos se dieron a la tarea de cambiar radicalmente el modo de vida de aquella época. Cada vez el recuerdo de aquel hecho se va haciendo más pequeño y los héroes que le dieron forma a lo que actualmente conocemos como país, se pierden en el olvido colectivo.

El presidente de México, Felipe Calderón ha dicho con motivo de esta celebración, que el año 2010 debe ser de transformación pacífica, profunda e intensa y debe esperar hasta 2010 para que esas palabras aterricen en la realidad.

A casi 100 años del inicio de la Revolución Mexicana, las condiciones sociales están igual o peor que en ese entonces, la tienda de raya se cambio por créditos bancarios, no alcanzan los salarios, mientras aumentan los precios, se recortan presupuestos, se cuenta con una clase política privilegiada y que, con tal de no perder sus privilegios, no dudan en aliarse con los hambreadores.

En aquel tiempo, Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa, de ser bandolero y abigeo, pasó a convertirse en uno de los más duros defensores del movimiento revolucionario. ¿Pasaría lo mismo con alguno de los grandes capos de la delincuencia organizada en México? Imagínese usted al Chapo Guzmán enarbolando la bandera de la libertad y la justicia.

Y es que, con tal de sacudirse tantas calamidades creadas por el gobierno y todas sus instancias, el pueblo oprimido y cansado, se asiría de un clavo ardiendo.

¡Zapata Vive!
Uno de los personajes más limpios de la gesta revolucionaria fue, sin lugar a dudas el llamado Caudillo del Sur, Emiliano Zapata.

Ninguno de los llamados próceres revolucionarios fue tan difamado, injuriado y satanizado como Zapata.

Sin embargo, Emiliano buscaba un auténtico cambio en la estructura social, quizá por eso le tenían tanto miedo a que su Plan de Ayala se hiciera realidad. Las leyes propuestas por Zapata iban encaminadas a procurar el bienestar de los campesinos y no de los terratenientes.

Si bien, el General Zapata no era un hombre letrado, sí actuó con mucha inteligencia y congruente con el ideario de libertad y tierra para el que la trabaja. Así, se hizo rodear de jóvenes abogados e intelectuales que le fueron dando forma política y jurídica a sus reclamos, pero los que escriben la historia le han negado el valor auténtico de las aportaciones hechas por el movimiento Zapatista a la Revolución Mexicana.

Baste un ejemplo de cómo se daban las cosas en el ámbito zapatista. En todos los grupos revolucionarios de aquella época, las mujeres se dedicaban a labores como hacer la comida de los guerrilleros, cuidar a los heridos y cosas por el estilo, mientras que en el Ejército Libertador del Sur, las mujeres tenían actividades militares definidas, había sargentas, tenientas, capitanas y hasta generalas, mujeres con poder y mando real. O sea de igual a igual y no sólo soldaderas o adelitas.

Emiliano Zapata fue y es negado como un revolucionario completo, incluso en los 70 años de priato y más aún con el actual gobierno panista, donde están los personajes que fueron sacados del gobierno hace 90 años, quienes se empeñan en exhibir al general como un indio ignorante, valiente, sí pero ignorante.

Sin embargo, en el imaginario popular, Zapata vive, sus ideales siguen vigentes y su espíritu cabalga esperando el momento de la continuación del proceso que quedó pendiente hace un poco menos de 90 años.

La fuerza de Internet
La red de redes es una vía fácil y rápida para hacer circular todo tipo de mensajes, desde los más insulsos e inútiles, hasta verdaderas obras de resistencia civil.

Por eso algunos políticos reaccionarios quisieran que fuera limitado, que se prohibiera su uso o que fuera vigilado, para evitar que por ese medio se canalicen noticias que son convenientes a sus intereses. O sea quisieran hacer lo mismo que han hecho con la radio, la televisión y la prensa escrita.

Pero Internet es libre hasta ahora y esperemos que así permanezca.

Por lo pronto, circulan en la red dos fotografías con un solo mensaje: México, país de contrastes.
En una de las fotografías aparece el Secretario de Hacienda Agustín Carstens comiendo, mostrando toda su obesidad, en un ambiente muy limpio y se mencionan los siguientes datos:

es Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)
Sueldo mensual: 151mil, 49 pesos, Ingreso anual: $1 millón 812 mil ,588 pesos, Ingreso sexenal: $10 millones 875mil ,528 pesos.

La otra fotografía es de un señor jornalero de nombre Martín Benítez, quien aparece levantándose la camisa y mostrando su increíble flacura y su evidente desnutrición.

Él es habitante de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. No terminó la primaria, es jornalero desde los 8 años. Actualmente es artesano, a veces gana pa' comer. No es beneficiario del programa oportunidades por que no tiene acta de nacimiento, ni credencial de elector.

Así es, México es un país de contrastes. Puede ver estas fotografías en http://surhoy.blogspot.com

Sube el pasaje
Sin decir agua va, los transportistas aumentaron el precio del transporte urbano de pasajeros. Nadie, ni de la Dirección General del Transporte, ni del gobierno estatal ni municipal, ni los propios concesionarios y choferes, se tomó la molestia de avisar a los usuarios.

Por supuesto causó un tremendo malestar entre los pasajeros, hubo conatos de bronca cuando los choferes pedían el peso demás que ahora se cobra. Gritos, insultos y reclamos por parte de los usuarios; gritos, insultos y exigencia por parte de los choferes.

Siete pesos cuesta el pasaje a partir del sábado 21 de noviembre. El “medio pasaje” es de seis pesos mientras el servicio no cambia para nada. Seguiremos soportando los gritos y la mala educación de los llamados “cobradores”, seguiremos sufriendo las unidades en mal estado y los embotellamientos causados por estos personajes que son intocables por las autoridades.

Seguiremos atestiguando como con todo el cinismo muestran su complicidad los agentes de Tránsito y los choferes, cuando los servidores públicos estiran la mano para recibir sus cinco o diez pesos de dádiva, mordida, mochada o limosna, como le quiera llamar. Por cierto ¿Habrá aumentado el monto de “la cuota”?

Comentarios: mexmel@gmail.com

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