Todos los candidatos a diputados de la pasada contienda electoral prometieron todo lo que les sería imposible cumplir, no se miden estas personas para ofrecer el oro y el moro a los ciudadanos para que voten por ellos y, una vez pasada la contienda, si te vi ni me acuerdo.
Triste la realidad de los mexicanos, pues este mal se extiende por todo el territorio nacional.
Las elecciones de julio fueron una sorpresa. Pocos se imaginaron que el resultado favoreciera al PRI, nadie esperaba una estrepitosa caída del PRD y los panistas esperaron en vano, ganar la mayoría en el congreso.
EL PAN y el PRI protagonizaron un circo para amenizar las elecciones. A cada rato, el presidente del blanquiazul de ese entonces, Germán Martínez, despotricaba, amenazaba, denunciaba, atacaba a los priistas, tanto que fue llamado “muchacho pendenciero” por Emilio Gamboa Patrón.
Durante todo el tiempo que duró la campaña por la elección, no se bajó el tono de esta especie de confrontación, y era así de fuerte que el pueblo creyó que era verdad, tanto que hasta lástima sintieron por los del tricolor que se atrevieron a votar por ellos.
En ese lapso de guerra electoral, Andrés Manuel López Obrador, que se dedicó a apadrinar a los candidatos del PT, advirtió que una vez pasadas las elecciones, el gobierno aumentaría los impuestos, como siempre, desde el aparato oficialista y los medios entregados al gobierno, despotricaron contra el tabasqueño incómodo.
Ahora, lo anunciado por AMLO resulta una cruel verdad y, lo peor es que se fraguó esta puñalada trapera al pueblo de México en un contubernio entre prisitas y panistas, “peleados” a muerte durante la campaña.
Una burla más, a casi cien años del inicio de la Revolución Mexicana.
Guerra entre medios
Durante todo el tiempo de ejercer este oficio, el redactor sabía una regla no escrita del periodismo que se respetaba y se cumplía. Esa regla obligaba a los reporteros a no hablar de otros reporteros, era la ley de “perro no come perro”.
Hoy, parece que esa observación ya perdió vigencia, pues por encima del periodismo y de la amistad entre reporteros, están los intereses de los dueños de los medios de producción -¡perdón!- de los medios de comunicación.
El hecho de que elementos del ejército cateara el vehículo y la casa de Gertrudis Guízar Valladares, por tratarse de una persona ampliamente conocida, resulta una noticia de primera plana para los reporteros.
Se dice que para la cobertura del suceso, hubo “mano negra”, pues desde palacio municipal se llamó a los medios para que dieran difusión al evento.
La familia afectada impidió que se divulgara la noticia, pero unos medios tanto electrónicos, como impresos, se dieron vuelo por la presencia del ilustre apellido en la nota policiaca.
El caso es que unas reporteras de TV Azteca fueron despedidas por cumplir con su trabajo, el de llevar información para sus noticieros, mientras que, en Olmeca TV le dieron amplia cobertura.
Esto evidencia que las televisoras locales responden a los intereses de políticos interesados, unos en no manchar al personaje de marras y otros en denostarlo.
Aquí quienes pierden son las reporteras, que se quedan sin trabajo y sin que haya nadie que las defienda laboralmente.
A este triste espectáculo se suman los reclamos de un columnista de Diario del Istmo, contra un conductor de noticiero de Olmeca TV, ambos dando la cara por quienes mandan.
Otro grupo político
Un nuevo grupo político surge entre las filas del tricolor. Se llama Nueva Democracia Veracruzana y está encabezada por el ex diputado Edgar Vázquez Vázquez. Aún se encuentran en proceso de formación, pues no es reconocida como entidad política por el Instituto Federal Electoral (IFE), pero ya se encuentran trabajando para lograr ese último paso.
En Minatitlán, un joven profesionista anda moviéndose consiguiendo adeptos para esta causa, es una persona preparada, pues tiene dos licenciaturas en su haber, es licenciado en Derecho por una universidad privada de Coatzacoalcos y Contador Público por la Universidad Veracruzana.
Fernando Martínez Plasencia es el abogado y contador que le está apostando a Nueva Democracia Veracruzana y mueve sus hilos para darse a conocer.
Dice que ya llevaron algunas enciclopedias a bachilleratos de Minatitlán y también han entregado despensas a personas que lo necesitan.
Asegura el doble profesionista que no reciben apoyo del gobierno, ni de nadie y que las despensas y las enciclopedias las adquirieron con recursos que los propios integrantes de la asociación aportaron para tal efecto.
El caso es que Martínez Plasencia se mueve rápido en busca de reconocimiento y asegura que es necesario estar bien preparado para poder alcanzar mejores condiciones de vida.
En Minatitlán, donde la hegemonía sindical petrolera todavía es fuerte, las cosas no serán fáciles y el abogado-contador y todo su grupo, tendrán que hacer fuertes amarres pues, aunque sean del mismo partido, los grupos políticos son muy cerrados y si algo los amenaza, no se tientan el corazón para sacarlos de la jugada. Pueden preguntarle a la alcaldesa Guadalupe Porras quien ha tenido que batallar contra los petroleros encumbrados.
No hay que perder de vista a Fernando Martínez Plasencia, tiene las ganas y la preparación, falta que los lagartos de la política lo dejen trabajar.
Comentarios: mexmel@gmail.com
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