15 feb 2011

La desgracia de COFISUR

Muy difícil la situación para los accionistas de COFISUR, pues ahora el presidente del Consejo de Administración de la financiera es perseguido hasta por la Interpol.

Pedro Martínez Escudero, de ser un exitoso hombre de negocios, que se ganó el respeto de la gente prácticamente en poco tiempo, es ahora un presunto delincuente, perseguido y abandonado por sus amigos.

Sin embargo, mucho silencio ha guardado Martínez Escudero, pues este tipo de negocios requiere de dinero de muchas personas, y no solamente de los ahorradores que ahora se dicen defraudados, sino de los verdaderos inversionistas, y ahí hay muchos que guardan silencio cruel que hunde a quien dio la cara por todos ellos.

Así, se habla que el verdadero dueño de COFISUR era el ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel, pero esto no se puede comprobar; sin embargo, también ha trascendido que se desvió mucho dinero de COFISUR para financiar las campañas políticas de la pasada contienda electoral, dinero que salió de la financiera sin ningún recibo de por medio y que no ha sido pagado. El dueño creyó a palabras de políticos.

Dicen los enterados que Juan René Chiunti, alcalde de Cosamaloapan y Marina Garay Cabada, presidenta municipal de San Andrés, recibieron en préstamo grandes cantidades de dinero para las campañas políticas y esto es un delito de orden Federal, por lo que COFISUR debe ser investigada y también los mencionados políticos, pero como no hay documentos, la cosa se pone más difícil. A ese manejo ilícito de dinero es al que deben referirse los investigadores, respecto a la casa de seguridad encontrada y desde donde, según la información ya distribuida por las autoridades, se realizaban operaciones ilícitas.

También se sabe de manera extraoficial, que los ex alcaldes de Cosoleacaque y Jáltipan solicitaron dinero a COFISUR y que finalmente no pagaron.

Recordamos que todavía el año pasado, Pedro Martínez Escudero era alabado como gran empresario, por el mismo entonces gobernador, Fidel Herrera Beltrán.

Herrera Beltrán embarcó a Martínez Escudero y al Ing. Juan Manuel Reyes, Director de la Universidad CEUNICO, para financiar el libro Veracruz, Fiesta Viva, que promovía las fiestas veracruzanas.

Ambos empresarios fueron reconocidos por el gobierno de Veracruz y llevados al baile por el mismo gobernador.

Ahora no hay quien pueda ayudar al abogado caído en desgracia, quien seguramente se fue con la finta al hacer negocios con personajes de tal talla y no se apoyó con préstamos a emprendedores que requerían financiamiento para negocios pequeños.

Sólo se realizaron préstamos a grupos a quienes se les otorgaron diez mil pesos individualmente pero todos debían responder por el resto de los integrantes del grupo.

Finalmente, los promotores de ese programa se retiraron de COFISUR pues no les pagaban sus salarios.

Efecto dominó
De hecho, los problemas de COFISUR comenzaron cuando el equipo se fracturó, justo cuando la contadora Ivonne Murillo se fue con sus chivas a otro lado y fundó la competencia de COFISUR, otra financiera que aún se llama COFISTMO.

Murillo se llevó programas, documentos y clientes; así formó su nuevo negocio. Pero ahora el gozo se le va al pozo, pues la desgracia de COFISUR la está alcanzando.

Muchos ahorradores le exigen su dinero y con ese movimiento se está descapitalizando, por lo que ya movió sus oficinas a un lugar cercano a su domicilio particular.

Por lo pronto, todos los accionistas que se mencionan en el acta constitutiva de COFISUR, están siendo investigados. Aquí, los prestanombres deben estar arrepentidos, pues el dueño del nombre que ocultan no vendrá a apoyarlos.

Comentarios: mexmel@gmail.com

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