Margarito Escudero Luis
Hay asuntos, temas y territorios que en todos los países son
considerados como estratégicos, las fronteras, los recursos naturales, los
litorales y el agua, son algunos de esos elementos que ningún país pondría en
riesgo y otros que tienen que ver con la seguridad nacional y el bienestar de
la población.
Cualquier comerciante sabría que vender o entregar los recursos
que le permiten ganancias, sería una estupidez de su parte y estaría
traicionándose a sí mismo.
Pero en México, el grupo gobernante ha dejado de lado esas
premisas, dedicándose a privatizar, a entregar recursos naturales, fronteras y
litorales a empresas extranjeras poniendo en riesgo la estabilidad de la sociedad,
el bienestar de los ciudadanos y la seguridad nacional.
Pareciera que los que hoy mal gobiernan a México no fueran
mexicanos, cuyas simpatías están más con los gringos y obedecen ciegamente a
los grandes empresarios estadounidenses a quienes admiran hasta ser capaces de
traicionar a su pueblo.
Ayer domingo, en medio de la euforia futbolera, Enrique Peña
Nieto, quien cobra de los impuestos de los mexicanos como presidente de nuestro
país, a través de la figura legal del decreto, modificó el Estatuto de las
vedas existentes sobre el 40 por ciento de las cuencas del país, donde se aloja
el 55 por ciento de las aguas superficiales de la Nación.
Pareciera que los que hoy mal gobiernan a México no fueran mexicanos, cuyas simpatías están más con los gringos y obedecen ciegamente a los grandes empresarios estadounidenses a quienes admiran hasta ser capaces de traicionar a su pueblo.
De esa forma, el gobierno de Peña Nieto elimina la
prohibición que existía a la entrega de permisos para la extracción de agua.
Ahora esas cuencas hidrológicas quedan a disposición de las
empresas extranjeras que explotan los recursos de nuestro país, como son las
mineras canadienses y las petroleras de diferente países que utilizarán nuestras
aguas para aplicarlas en la criminal técnica del fracking, que contamina los
mantos acuíferos y provoca terremotos.
Ahora, luego del desmantelamiento de Pemex, de permitir la
explotación del oro negro por extranjeros, y las minas y la electricidad,
también nos dejan sin agua, un recurso estratégico, derecho humano y que tiene
mucho que ver con la paz social.
Estamos ante un gobierno que no permite el desarrollo del
potencial de sus ciudadanos, que no permite la felicidad para los mexicanos y
que hunde a la nación ante el poderío económico de los intereses extranjeros.
Pero qué bueno que la selección nacional le ganó al campeón
Alemania, no resuelve nuestros problemas, pero qué bueno.
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